Desde una altitud de 13.136 metros, a bordo del Boeing 787 Dreamliner, y plácidamente acomodados en nuestro asiento-cama divisamos uno de los proyectos arquitectónicos más sorprendentes del globo terráqueo: The Palm Jumeirah, Jebel Ali y The World Islands, las únicas islas artificial del mundo. Éstas, nos indican que estamos sobrevolando Dubái. Los brillantes rascacielos, el El Burj Khalifa y el Hotel Atlantis, el preferido de Kim Kardashian, se van disipando mientras seguimos avanzando por el despejado cielo de Emiratos Árabes. Decimos “hasta pronto” a una de las ciudades más modernas del mundo para empezar nuestra aventura en Oriente Medio por su capital, Abu Dhabi. Nuestro guía personal, Mohamed Radi, nos espera en el vestíbulo de llegadas para acompañarnos hacia Qsar Al Sarab Desert, un hotel situado en medio del Oasis de Liwa el que en cada rincón refleja la riqueza de Oriente Medio. Hoy tenemos mesa reservada en la Barbacoa Al Qsar para disfrutar de una exquisito menú degustación al aire libre. Y mientras las olas forman una banda sonora envidiable y la brisa marina roza nuestras mejillas recordamos que en el resto de Europa aún es invierno.